En honor a que hoy es el día de la personas con discapacidad, me apetecía hablar de una jornada que se produjo el 1 de diciembre con motivo de este día, dicha jornada tenia como nombre "Mujer y la Diversidad". Esto tuvo lugar en la facultad de Filosofía y letras de Valladolid.
Unas de las cosas por las que luchan las personas con diversidad funcional (Discapacitados), es su derecho a tener un asistente sexual. Para aquellos que no sepan lo que es, que apostaría a que la gran mayoría, un asistente sexual es una persona formada para poder ayudar a otra (tanto con diversidad funcional o sin ella) a descubrir su sexualidad y a aprender a satisfacer tanto sus necesidades sexuales, como las de su pareja (en caso de tenerla). Así como a estar a gusto con su cuerpo, y a redescubrir su sexualidad en caso de haberla perdido, por ejemplo, por haber acabado en una silla de ruedas y no poder sentir nada de cintura para abajo. Algunos pensaran: pero si no siente de cintura para abajo ¿qué sexo va a practicar? Si ligamos el sexo a la creencia simple de la penetración, desde luego no va a practicar nada.
En un principio el asistente sexual solo ayudaría a lo antes mencionado, pero claro, ahora llega la parte escamosa del asunto por la cual esta figura aún no está instaurada legalmente en España. A parte de ayudar con su sexualidad y enseñarle métodos de satisfacción sexual adecuados para esa persona, en caso de ser necesario, o porque las dos partes lo creen convenientes para satisfacer las necesidades sexuales del usuario, el asistente sexual podría llegar a acostarse con esa persona. Y es en este punto en el que la sociedad se escandaliza y empieza a comparar esta figura con la prostitución. Y yo le pregunto a la sociedad en general, ¿a qué viene tanto escándalo?
En fin, una de las cosas que comentaron a lo largo de la jornada hablando del asistente sexual, fueron, por ejemplo, que una persona no necesita que un asistente "le de" autoestima, porque para esto esta su pareja. O que uno no necesita descubrir su sexualidad ni satisfacer sus necesidades teniendo pareja. Creo que muchos estaremos de acuerdo al decir que cómo narices vamos a implantar un asistente sexual cuando la gente todavía cree que el sexo, tú sexo más bien, y tú autoestima depende únicamente de tú pareja. Qué queréis que os diga, pero a mi me escandaliza más esto, que el hecho de que una persona se acueste con otra por trabajo. ¿Por qué nos empeñamos en ligar el sexo únicamente a nuestra pareja? ¿Por qué todavía el follar con quién te de la gana sigue siendo motivo de escándalo? Si no se consigue normalizar esto, no sé podrá normalizar un asistente sexual.
Para finalizar, si estáis esperando a que os diga qué diferencia hay entre un asistente sexual y una prostituta, dejaré que lo decidáis vosotros mismos y os formulare una pregunta que dijo una de las sexólogas que acudieron a la jornada: ¿Creéis que la sociedad, sobretodo la española, estará preparada en algún momento para incorporar este tipo de trabajo?
Os invito a que lo reflexionéis.
Un saludo, 13.
